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Todos los relatos cortos y personajes de este blog son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia

miércoles, 13 de marzo de 2024

Escapada a Alcázar de San Juan con el tren del Quijote

 Una vez más, me apunté a uno de los trenes temáticos de Renfe, en este caso, el tren del Quijote, que iba a Alcázar de San Juan, muy cerca de Campo de Criptana.
Tras un poco de caos en Chamartín porque nuestro tren no aparecía en la señalización, nos subimos y aproximadamente dos horas después llegamos a la estación. Allí conocimos la Antigua Fonda de la Estación, donde la alcaldesa nos dio un discurso de bienvenida y vimos los azulejos temáticos del Quijote. Luego nos metimos en el autobús para llegar a nuestro primer destino: el conjunto Palacial del Gran Prior. Mi grupo subió primero a la Torre del Gran Prior. Subirla es matadora, aunque las vistas no están mal. Las plantas están musealizadas, pero no dio mucho tiempo a detenerse a leer carteles o ver vídeos. Luego fuimos a un pequeño museo que hay enfrente donde hay algunos resquicios arqueológicos, nada especialmente reseñable, y, como el otro grupo aún no había bajado de la torre, aprovechamos para ver la iglesia, también resto del conjunto palacial, aunque no demasiado espectacular.
Torre del Gran Prior y molinos por la noche
Torre del Gran Prior y molinos por la noche

Después fuimos a una cooperativa de vinos que se especializan en la venta a granel y empezó la cata de dos vinos de granel y dos vinos de botella. Yo no bebo y, aunque era curioso, esa visita me sobró, especialmente cuando se alargó más de la cuenta y pisó la hora de la comida. El pueblo no está preparado para recibir tanto turista, así que además de empezar a buscar un sitio tarde, resultó complicado encontrar un hueco. La mañana fue un poco decepcionante, vamos.
La tarde estuvo mejor, empezamos en el Museo Casa del Hidalgo, que tiene pocas piezas, pero está muy bien montado y articulado para conocer la vida de los hidalgos de forma interactiva. Luego, de camino al autobús, entramos en otra iglesia y esta sí me pareció más interesante. Finalizamos la visita con un ascenso nocturno a los cuatro molinos de viento, en uno de los cuales pudimos entrar para ver cómo funcionaban. Volvimos un poco raspados al tren, por suerte, era todo para nosotros y nos esperó.
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miércoles, 6 de marzo de 2024

Relato: Esa estúpida rivalidad

Otra vez he echado las cartas Fatum, aunque esta vez, en vez de para crear un personaje, para el planteamiento de la línea argumental. Esto es lo que significan las cartas: Desencadenante: la Rivalidad. Sucede en una montaña. La razón es dar ayuda. Aliado: una druida. Enemigo, una semielfa. La meta final, la caída.

Esa estúpida rivalidad

cartas que lancé para el relato Esa estúpida rivalidad
Gad tenía que reconocer una cosa: no habría aceptado esa misión para hacer caer al misterioso Rey de la Montaña de no haber sido por culpa de esa dichosa semielfa que siempre pretendía ser mejor que él. Pero esa estúpida rivalidad que dominaba a ambos les había llevado a competir también en ser elegidos para intentar esa misión suicida. 
Nada más ofrecerse Aura a ayudar al pueblo de la ladera, él también había tenido que hacerlo para no quedarse atrás, aunque sabía que la misión era más apropiada para las habilidades de ella y que, aun así, ninguno de los dos tenía demasiadas posibilidades de completarla con éxito. 
Pero no podía permitirse que el Consejo eligiera a la semielfa, eso habría hecho que de alguna forma ganara, así que había movido todos los hilos para que le asignaran la misión. Incluso, cuando parecía que las deliberaciones se inclinaban en su contra, echó mano de su último recurso: el favor que le debía su amiga y aliada, Danna, una druida con mucha influencia entre su gente.
Al final, había logrado su objetivo, pero ahora, a medio camino de la cumbre, tras llevar horas avanzando penosamente por un camino tortuoso plagado de enemigos que le emboscaban a cada paso, su sensación de triunfo se había esfumado y solo quedaba el pesimismo. Por muchos amuletos que le hubieran dado Danna y el Consejo, su única posibilidad de triunfar había sido el factor sorpresa y, desde que emprendió la marcha montaña arriba, supo que le estaban esperando.
No obstante, no podía echarse atrás, antes la muerte. Que era lo que tendría, probablemente. Así que siguió avanzando, cada vez más cansado, cada vez más herido por los inevitables combates y por las trampas que no conseguía detectar a tiempo. Pero, por alguna clase de milagro, llegó a la cima, dominada por el castillo del Rey de la Montaña. Y allí se confirmó cuál sería su inevitable final.
Frente al castillo, un ejército de bandoleros. Frente al ejército, Aura.
-Tú no te rindes, ¿verdad? El plan era sencillo, me elegían a mí porque YO era la más apropiada para la misión. Y yo venía, licenciaba a mis hombres, que de todas formas ya no van a conseguir muchas más riquezas saqueando ese pueblo miserable, y volvía convertida en toda una heroína por derrotar al Rey de la Montaña. Pero no, tú tenías que maniobrar para ser el elegido. Así que nada, aquí tienes a tu archienemiga, al frente de un pequeño ejército. Te invito a que intentes derrotarme.
Gad sabía que no tenía ninguna posibilidad. Debió de intentar huir, pero el odio le cegó. Hiciera lo que hiciera, ella ganaba. Salvo que la matara.
-Esa estúpida rivalidad... -murmuró antes de echar mano a su arco.
No llegó a tensarlo, varias flechas le atravesaron en cuanto hizo amago de agarrarlo.
-Imbécil -fue lo último que escuchó antes de que la muerte se lo llevara.
Aura se quedó mirando a su enemigo caído, insatisfecha. Vencerle no tenía gracia si no podía restregárselo. Sin embargo, no había tenido más opción, así que se tragó su frustración, licenció a sus hombres y volvió a escondidas a casa, a la espera de que, tras no volver su elegido en un tiempo prudencial, la llamaran a ella para que intentara llevar a cabo la misión.
La detuvieron nada más llegar al pueblo. Nunca imaginó que uno de los muchos amuletos que había dado el Consejo a Gad pudiera ser un kolgat. Ese hechizo grababa todo cuanto ocurría al portador, pero solo almacenaba cinco minutos. Cuando el portador moría, esos cinco minutos eran enviados a un espejo de visión. El Consejo había pensado que, si ocurría lo peor, eso ayudaría al siguiente campeón que mandaran a no cometer los mismos errores. En cambio, les había servido para descubrir esa traición.
-Esa estúpida rivalidad... -fueron también las últimas palabras de Aura, tras escuchar su sentencia y ser decapitada.
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martes, 27 de febrero de 2024

Escapada a Guadalajara en el tren de la Alcarria

 Hace unos meses, cuando planeaba mi viaje a Aragón, se me ocurrió añadir un día más con parada en Guadalajara y un amigo me dijo: "No te lo recomiendo, tiene cosas chulas, pero la estación de tren está tan lejos que no vale la pena".
Pues bien, le hice caso pero me quedé con las ganas de ver esas cosas chulas, así que aproveché para matar el gusanillo cuando Renfe lanzó un nuevo tren temático hacia esa ciudad. Como en estos trenes está todo incluido (transporte y ruta por la ciudad), la logística ya no es un factor a tener en cuenta porque, al llegar, nos llevaron en autobús al centro de la ciudad (y otro tanto a la vuelta).
Lo primero que visitamos fue la concatedral de Santa María, aunque no nos detuvimos allí porque tampoco tiene gran cosa y era más interesante la siguiente parada: la Capilla de Luis de Lucena, que tiene unos frescos fantásticos en su interior (y es casi un milagro que siga en pie).
Seguidamente, fuimos al Palacio de la Cotilla, un palacete del siglo XVII que no parece gran cosa en su exterior, pero que guarda en su interior un gran tesoro: el salón chino, cubierto por completo de papel de pasta de arroz. Pintado a mano en China, narra la historia de la visita de un emisario del Emperador a una localidad y tiene muchos detalles curiosos. Además, hay una exposición dedicada a Buero Vallejo, pero no a su faceta teatral, ¡sino a la de pintor!
Panteón de la Duquesa de Sevillano, Palacio del Infantado y Salón Chino del Palacio de la Cotilla
Panteón de la Duquesa de Sevillano, Palacio del Infantado y Salón Chino del Palacio de la Cotilla
Continuamos la visita viendo el Convento de la Piedad, hoy un instituto, y luego bajamos hasta el pintoresco Palacio del Infantado, que también es un museo. Aunque la mayor parte se perdió en un incendio, se salvaron algunos frescos en unas pocas salas, cuya historia es muy interesante.
Después seguimos hasta la Plaza Mayor, donde nos dieron tiempo libre para comer y pasear. No había mucho más que ver aparte de lo que habíamos visto e íbamos a ver, pero sí que paseamos por el parque de la Concordia y logramos entrar en un par de iglesias: la de Santiago Apóstol y la Parroquia de San Ginés. La de San Nicolás El Real estaba cerrada.
La primera parada tras la comida fue la Cripta Ducal de los Mendoza en la Iglesia de San Francisco. La iglesia está desamortizada y es bastante anodina, había una exposición de una cofradía, pero la Cripta es impresionante. Finalizamos el tour en el precioso Panteón de la Duquesa de Sevillano, impresionante tanto por dentro como por fuera (aunque por dentro no dejan echar fotos).
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miércoles, 21 de febrero de 2024

Relato: Salir del reino

Mezcla en una misma narración a un duende volador, una medusa fantasma y un elemental de hielo y fuego. 
 

Salir del reino

Kik era un duende volador, nadie importante en la jerarquía de las hadas. Su único sueño era volar lejos, pero no tenía la sangre adecuada y por eso tenía prohibido traspasar los confines del reino.
Era un simple criado sin grandes habilidades y pronto había aprendido a callar su deseo de marcharse. También había aprendido a bajar la cabeza y a fingir que no entendía casi nada de lo que le decían salvo que le dieran instrucciones precisas. Quizás por eso nadie le consideraba una amenaza y hablaban de los secretos de Estado en su presencia. 
Eso, junto al pequeño ejército de medusas fantasma que tenía a su servicio, le convirtieron en el ser más informado del reino. Solo tuvo que crear una identidad falsa y liberar algunos secretos en las orejas adecuadas para que conspiradores de todas las facciones empezaron a acudir a él en busca de información a cambio de dinero o favores.
Kik no tardó en ser muy poderoso: incluso las habilidades mágicas se podían comprar si tenías dinero suficiente. Sin embargo, ese aumento de poder no era fácil de disimular y empezó a encontrarse con que los poderosos guardaban silencio en su presencia. Sus medusas fantasma también tenían cada vez más problemas para recolectar información, así que se dio cuenta de que pronto irían a por él: demasiados secretos revelados, demasiada gente deseando vengarse.
Era el momento de marcharse y cumplir su sueño, pero no iba a arriesgarse a que sus enemigos le persiguieran. Por eso recolectó todos los favores que le debían. Dio una instrucción sencilla, inocente, a cada uno de sus deudores. Nada que les hiciera sospechar; era una ganga que solo tuvieran que hacer esa tontería para pagar su deuda. No obstante, la suma de todas esas tonterías liberó al elemental de fuego y hielo, enemigo ancestral de las hadas, de su prisión.
Kik, preparado para lo que venía, ya estaba cruzando la frontera cuando el ser se alzó y empezó a sembrar el caos. Incluso desde esa distancia se podía escuchar el ruido de la catástrofe. Con una sonrisilla, salió del reino para siempre. Con todo lo que estaba pasando, incluso aunque sobrevivieran, ninguno de sus enemigos se molestaría en ir a buscarle. Y, si a pesar de todo decidían perseguirle, serían pocos y estarían debilitados, mientras que Kik tenía todo su poder intacto. Por fin era libre.
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